Frecuentemente los hombres y mujeres se reúnen para celebrar muchas cosas: el aniversario de una efeméride concreta, un cumpleaños, el reencuentro entre amigos, que renueva su amistad, tantas y tantas cosas como, gracias a Dios, tenemos en común los humanos. Y gozamos en ese encuentro.
Yo, vuestro Obispo, os invito en la tarde del 27 de diciembre, a partir de las 5 de la tarde, a una FIESTA POR LA FAMILIA CRISTIANA sencillamente porque sois familia: abuelos, padres, hijos, nietos, conocidos, jóvenes y mayores. Vuestras familias se reúnen con otras en el marco de la Casa que el Verbo se creó: la Santa Iglesia. Ese día es la víspera de la Fiesta de la Sagrada Familia, y nos apetece reunirnos en el Seminario Diocesano. Allí cantaremos, celebraremos la Eucaristía, y comeremos juntos. Ese comer juntos es una bella imagen de lo que es la Iglesia, familia de Dios, y de lo que es una familia en su casa. ¡Hay que celebrarlo!
Resulta interesante atribuir a la familia un papel nuevo en la misión de la Iglesia en nuestros días. Sin que se pueda decir que ha pasado ya la hora de los mártires, de los monjes o de los servidores de la enseñanza o de la salud, a través de los cuales la Iglesia ha manifestado de modo especial en distintos momentos de su historia la fuerza atractiva del mensaje de curación y de luz del que es portadora, no parece desencaminado afirmar que la familia cristiana puede ser hoy uno de los lugares más aptos para hacer creíble a la Iglesia a los ojos del mundo. Razón: en la familia se pone de manifiesto la vocación humana de unidad en la diversidad. Son muchos quienes hoy son víctimas de una sociedad tan fragmentada.
Os esperamos. Merecerá mucho la pena. Un saludo a ti, a ti, a ti y a ti…
+ Braulio, arzobispo de Valladolid
Orgza: Delegación de Familia y Vida
Delegación de Pastoral Juvenil
Colabora: COF-Diocesano de Valladolid
